Una persona deprimida casi siempre culpará a los síntomas de dolor en la zona cervical o lumbar, que no tienen nada que ver con una patología osteoarticulatoria. Tratar a estas personas con productos naturales, como el barro, en lugar de usar antidepresivos o tranquilizantes, intenta no solo erradicar el dolor, sino también disipar el mal humor y desbloquear la energía reprimida que no puede aflorar.